Era un día normal, salvo porque era el primer día del ciclo escolar.
Y no era cualquier ciclo lectivo el que empezaba, era el primero, en toda la historia de la humanidad, en el que los monstruos y los humanos iban a las mismas escuelas, cosa que no era así antes de la guerra.
En fin, el punto es que ahora los humanos realmente convivían en paz con los monstruos, claro que no todo el mundo estaba de acuerdo. Algunos monstruos continuaban con rencor hacia los humanos. Mientras que algunos humanos todavía se creían superiores a los monstruos... o les tenían miedo.
En fin, el punto es que el grupo de compañeros era mixto entre humanos y monstruos, Frisk solamente no conocía a dos humanas, todos los demás, tanto humanos como monstruos, Frisk ya los conocía de antes.
Frisk decidió socializar con las nuevas. Era un chico sociable, admitan que suena como a algo que él haría .
Descubrió que eran hermanas, una de ellas se llamaba Susy, era una chica alegre, muy alegre, con un sweater rosa de gatito rosa con ojos rosados. ¿Hace falta aclarar que el rosa era su color favorito? ¿No? Perfecto.
La otra chica, Frisk trató de socializar con ella, pero cada vez que se le acercaba, ella solo bajaba la cabeza y miraba hacia la nada.
-Déjala -le dijo Susy a Frisk, en una de sus oportunidades de socializar- sé que es mi hermana y no debería hablar mal de ella, pero Chara no es muy sociable.
-¿Co...? ¿Cómo se llama? -No podía ser, era imposible
-Chara, ¿Por?
-Por... Nada, solo que así se llamaba otra persona que conocí, una persona con hábitos un tanto... homicidas.
Visto que todavía no había tratado de asesinar a Frisk, lo más probable era que solo sea otra persona llamada Chara, esto tranquilizó un poco a Frisk.
-Bueno, supongo que todas las Charas son así
-¿Qué quieres decir?
-Algunas chicas juegan con muñecas, otras con videojuegos. Mi hermana... con cuchillos.
-Ohhhh -Esto preocupó un poco a Frisk.
A la salida de la escuela, Susy y su hermana se iban a ir caminando, pero entonces llegó la abuela de Frisk, y se ofreció a llevarlas.
-Bueno, Aquí es nuestra parada -Dijo Chara, frente a una casa abandonada.
-Nooo -Dijo Frisk- Ustedes no puede ser que vivan aquí, nadie lo ha hecho en décadas.
-Era una casa de nuestros padres -Dijo Susy, perdiendo un poco su alegría habitual
-¿Y ellos dónde están? -Dijo la abuela
-Se fueron, Allí -Y señaló al cielo- cuando nuestra otra casa, nuestro hogar, se quemó.
Frisk y su abuela entonces no pudieron evitar sentir lástima. Entonces pensaron lo mismo, la casa de la abuela era grande, y, aún con Sans, Paps y todos viviendo ahí, había espacio para dos más.
Se ofrecieron a que se queden en la casa de la abuela el tiempo que necesiten, nadie merecía vivir ahí. Chara y Susy aceptaron.
Y nadie se dió cuenta de que estaban siendo observados. Observados por una pequeña flor amarilla...